Somos y nos comportamos de forma única
En el acompañamiento psicológico, lo "normal" es lo diferente en distintas situaciones, condiciones, (contextos-entornos) y a lo largo del tiempo (de la vida de cada persona)
El abordaje a las demandas, las dificultades, los problemas
(para discriminar y comprender funcionalmente las características específicas del propio comportamiento en su contexto único, su historia/de dónde proviene su conducta, para qué sirve su conducta/los propósitos de escapar, evitar...
y cambiar lo que hacemos aquí y ahora, no luchar para cambiar, ni modificar, ni reestructurar los pensamientos, las interpretaciones...),
de cada cliente (a través del diálogo y de ejercicios experienciales, ejercicios meditativos, metáforas y convecciones del lenguaje) es
activo-participativo, inductivo y significativo, ideográfico-funcional-contextual
-en ningún caso normativo-predictivo-conceptualizado, ni comparativo, sin etiquetas estigmatizantes e injustas porque todos tenemos nuestros patrones idiosincráticos de comportamiento,
inclinaciones, deseos, respuestas emocionales, vulnerabilidades y nuestra propia manera de vivir eficazmente cada situación, para que nuestra vida nos funcione,
no existe una regla general ya que son propios de nuestra historia personal (consecuencia de la idiosincrática derivación de nuestras funciones psicológicas, así como sus transformaciones y transferencias)-
no médico/ no patologizante
-los síntomas se entienden como condiciones vitales de cada ser humano, respuestas funcionales, individuales, a la vida que indican la necesidad de un cambio, no están "dentro" del cliente, no son considerados como un trastorno, un desequilibrio neuroquímico, ni un desorden-fallo o déficit mental, ni un síndrome, ni un tipo de personalidad...