La mayoría de los seres humanos, en algún momento de nuestras vidas, nos vemos afectados por patrones de pensamiento y emoción que limitan nuestra capacidad para dar sentido a nuestra existencia. Es fundamental distinguir entre la tristeza y la inactividad como respuestas naturales a situaciones difíciles, y la tristeza constante durante la mayor parte del día y la inactividad paralizante.
La tristeza y la inactividad pueden convertirse en obstáculos para vivir una vida plena, manifestándose en formas como la desgana, el aislamiento, la procrastinación, la hiperreflexibilidad, la inflexibilidad emocional y la rumiación sobre el pasado y el futuro. Estos patrones de pensamiento y emoción limitan nuestra capacidad para avanzar y nos atrapan en ciclos que dificultan el bienestar.
Desde la perspectiva contextual de la Teoría de los Marcos Relacionales (RFT), la tristeza y la inactividad crónicas están relacionadas con la internalización de reglas y creencias rígidas que generan pensamientos negativos y emociones dolorosas. Estos pensamientos, a su vez, refuerzan la inactividad y dificultan la búsqueda de soluciones. La rumiación, por ejemplo, alimenta la desgana y la procrastinación, mientras que la hiperreflexibilidad y la inflexibilidad emocional intensifican el aislamiento y la inactividad.
La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) y la terapia de Activación Conductual ofrecen herramientas para aceptar emociones difíciles y desafiar estos patrones desadaptativos que nos alejan de la vida que queremos vivir, promoviendo acciones significativas y una mayor flexibilidad emocional. Esto permite continuar con nuestra vida a pesar del malestar.
Al aprender a aceptar las emociones difíciles, a identificar, experimentar y desafiar defusionándonos de los pensamientos negativos, de las emociones y de las sensaciones, y a comprometerse con acciones significativas, es posible superar la tristeza y la inactividad, cuando ambas suponen una barrera.
¿Qué beneficios puedes obtener?
- Aprenderás a regular tus emociones de manera más saludable.
- Aprenderás a adaptarte y desempeñarte mejor ante los cambios y desafíos de tu vida.
- Aprenderás a identificar y guiar tus decisiones y elecciones por lo que es realmente importante para ti.
- Aprenderás a motivarte y te sentirás más impulsado a alcanzar tus metas.
- Aprenderás a conectar de manera más profunda, más sincera y menos dependiente con los demás.
- Aprenderás a romper los ciclos de rumiación y a centrarte en el presente.
- Aprenderás a ser amable contigo mismo, a valorarte por tu crecimiento en lugar de depender de la opinión, el juicio de los demás o de las modas mediáticas del momento.